Aun es tu piel mi amanecer, y tu pecho mi almohada
Y los besos que no nos dimos, cantan en mis mañanas.

Amarte es alimentar a un alacrán
de rosas y albahaca en mi ventana.
Si le doy a beber agua de almizcle,
el me acaricia con su aguijón de nácar.

Cuan estúpidas son las amapolas
creciendo en los trigales del viento.
si alguien se encaprichara de ellas,
nada las ocultaría a su instinto hambriento.

Pero ¡quieto! la luna nos mira
desnudos en el lecho, nos mira y nos desea,
cambiante su cuerpo como la voluntad
que de un lado a otro nos zarandea.

Aun es tu piel mi amanecer, y tu pecho mi almohada
Y los besos que no nos dimos, cantan en mis mañanas

Mi niño de fuego, mi león dormido,
es tanto lo que nos quedó por ver.
Guarda tus rincones de alma pura
para los días que aun han de nacer.

Frontera de deseos es tu vuelta
y espejismo de tormenta mis palabras.
Cuando se escribieron tu destino y el mío
fue enclave de sueños, vocación de almas.

Mi añoranza escarba en los escombros
rastrea tu huella, olfatea tu semblanza
y en lo mas profundo de mis huesos,
suena una canción amarga.

Espinas arrancadas, flores de caricias
caminan solemnes hacia la pira arder.
Quietos acechan tus sueños postergados,
el día que hayan de reverdecer.

Aun es tu piel mi amanecer, y tu pecho mi almohada
Y los besos que no nos dimos, cantan en mis mañanas

En la distancia me sueñas
pero en la presencia me olvidas.
En un sueño vivimos, soñando
fue sueño ¿debió otra cosa haber sido?

Soy blanco de tus temores mas viejos,
protagonista de tus sudores mas fríos.
temblor oculto que amenaza a tu lado,
anhelo lejano que llora escondido.

Y pienso en ti aunque duela,
a la condena del olvido me resisto
pienso en ti porque pienso
pienso en ti, luego existo.

Aun es tu piel mi amanecer, y tu pecho mi almohada
Y los besos que no nos dimos, cantan en mis mañanas

Blandimos hordas de sombra y nieve
juntos hundimos ficciones de roca y azul.

Añejas canas de deseo son
mis adalides en la lucha
pero los generales de mi ejército
serán quimeras de flor de espuma.

Eran tu espada y mi ingenio aliadas
de una verdad sin nombre

En la distancia me sueñas,
en la presencia me olvidas.

Pienso en ti porque pienso,
Pienso en ti, luego existo.

Aun es tu piel mi amanecer, y tu pecho mi almohada
Y los besos que no nos dimos, cantan en mis mañanas